quarta-feira, 3 de junho de 2009

teoría y práctica de la revolución social en latinoamerica

In américa latina, movimientos sociales on Maio 26, 2009 at 11:17 pm

Raúl Zibechi es autor de Dispersar el poder y Territorios en resistencia, entre otros libros sobre movimientos sociales latinoamericanos

Raúl Zibechi es autor de Dispersar el poder y Territorios en resistencia

Entre 1969 y 1973, Raúl Zibechi fue militante del Frente Estudiantil Revolucionario (FER), agrupación estudiantil vinculada al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros. Bajo la dictadura militar uruguaya, iniciada en 1973, fue activista en la resistencia al régimen hasta que en 1975 se trasladó a Buenos Aires, para exiliarse una vez más en 1976 luego del golpe militar en Argentina.

Se desplazó a Madrid, España, donde estuvo vinculado durante más de diez años al Movimiento Comunista en tareas de alfabetización de campesinos y en el movimiento antimilitarista contra la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Desde 1986, como periodista e investigador-militante, recorre casi todos los países de América Latina, con especial énfasis en la región andina. Conoce buena parte de los movimientos de la región y colabora en tareas de formación y difusión con movimientos urbanos argentinos, campesinos paraguayos, comunidades indígenas bolivianas, peruanas, mapuche y colombianas. Todo su trabajo teórico está destinado a comprender y defender los procesos organizativos de estos movimientos.

Fue esta actividad viajera que le trajo a Quito a finales de primavera. Le encontré en el medio de una rueda de jóvenes ecuatorianos, discutiendo de igual para igual la necesidad de cambios y los caminos que pueden llevar la sociedad hacia nuevos paradigmas civilizacionales. Con un cuadernito en las manos, apuntaba ideas y sugerencias. Un día después, nos dio esta entrevista.

>> publicado en diagonal

¿Qué es ser revolucionario en América Latina hoy?

Es luchar colectivamente para transformar la sociedad, es ser solidario, ser cuidadoso con el medioambiente, es pensar no en el hoy sino en las generaciones del futuro, es anteponer el colectivo al individual, es anteponer la buena vida –como dicen las constituciones de Bolivia y Ecuador, el sumak kausai– a la acumulación de capital. Básicamente es luchar para que el mundo cambie, algo así como luchar por que la humanidad sobreviva. Hoy la supervivencia de la humanidad está cuestionada, porque el capitalismo ha llevado a la humanidad al borde del precipicio. No estamos cayéndonos todavía, pero en riesgo de caernos. Por eso, aunque suene un poco irónico, ser revolucionario en algún sentido es ser un poquito conservador: hay que conservar la vida de la humanidad y del planeta. Si se acaba la vida en el planeta no hay posibilidad de revolución.

¿Cómo puedes empatar la necesidad de desarrollo de la sociedad con la conservación del planeta?

Eso es una contradicción insalvable a esta altura. Lo que está en cuestión, a mi modo de ver, es el concepto mismo de desarrollo. Tal como lo ha manejado Occidente –o sea, el capitalismo– se ha identificado desarrollo con un crecimiento cuantitativo de las fuerzas productivas, de la cantidad de cosas que se producen y se consumen. Hay otra cultura, que básicamente es la cultura comunitaria indígena, en la que hay una lógica de redistribución. Desarrollo es que todos podamos vivir bien, que todos tengamos lo suficiente para vivir. Yo creo que la humanidad tiene más de lo que necesita para vivir, mucho más de lo que necesita. Lo que pasa es que hay un grado de concentración absurdo y peligroso para el futuro de la humanidad. En un sentido general, de largo plazo, lo fundamental hoy no es producir más, sino distribuir mejor. Para eso, hay que quitarle el poder a los que más consumen y a los que más concentran capital, que es la burguesía y el sistema financiero. Eso supone liquidar el capitalismo. Por la vía del capitalismo la humanidad se destruye. Si queremos conservar la humanidad con vida, hay que salirnos de la esfera capitalista, hay que ensayar nuevas formas de vida. Tenemos experiencia de lo que es vida en pequeñas comunidades, en los asentamientos sin tierra de Brasil, en las comunidades indígenas de Bolivia, pero todavía no tenemos ensayos de cómo sería una vida con espíritu comunitario en grandes ciudades de dos, tres, cinco o diez millones de habitantes. Y no sé si son sustentables. Creo que no.

¿Y cuál sería una organización social alternativa hoy, una vez que la mayoría de las personas están en las ciudades y no está dispuesta a volver al campo?


Creo que para la inmensa mayoría de la población solamente va a haber la necesidad de vivir de otra manera, de dejar de consumir, cuando estén cayendo en el abismo. Quizás ya sea tarde, pero el ser humano en general no reacciona si no está cayendo en el abismo. Entonces, para evitarlo, tendrán que comprender que tienen que cambiar su forma de vivir. Para ello, deberán arrebatarle el capital y el poder a quienes los detentan. Si no lo hacen, van a seguir cayendo. Es un proceso en el cual –siento– el periodo en que estamos ahora es de preparación múltiple para este salto cualitativo. Estamos ensayando nuevas formas de organización, de vida y de poder en pequeños espacios. Y eso ya es bastante. Cuando estemos en el momento de necesidad de frenar la máquina capitalista, habrá que ponerse las pilas para dar este salto en base a todo lo que hemos aprendido en este periodo.


¿Cómo se produce este salto? Hay visiones que dicen que de manera democrática vamos conquistando espacios hasta que se llega a una nueva sociedad…


Sí, se puede intentar por esta vía. Me parece que probar no está mal. Pero la experiencia histórica muestra que, en el momento decisivo, hay algunos señores –que son menos del diez por ciento de la humanidad– que se van a aferrar a sus privilegios y no los van a soltar de buena manera. Eso ya se ha discutido mucho en la izquierda. Entonces habrá que arrebatárselos y arrebatárselos por la fuerza. Para eso, contaremos con dos aliados. Uno de ellos –que está fuera de nuestra voluntad– es la descomposición de la sociedad y del poder estatal y capitalista. En este momento se está asistiendo a un proceso de descomposición, aunque todavía estos sectores tengan mucha fuerza. El segundo y fundamental aliado es nuestra propia fuerza social y política organizada, que será quien tendrá que doblarle la mano en este momento. No creo en un tránsito pacífico. Más allá de la voluntad de los sectores populares, de la clase obrera, de los campesinos y los indígenas, necesariamente va a ser violento. Creo que a todos nos gustaría que fuera pacífico, porque la guerra no nos hace gracia, pero estos señores han demostrado que –como dijo el estadounidense Goldwater en los años sesenta– están dispuestos a que se hunda el planeta antes de perder sus privilegios. Ésta es la lógica de la burguesía.


Hay pensadores que dicen que América Latina ya no tiene las condiciones revolucionarias de otros tiempos. Lo que convendría ahora es ir eliminando el capitalismo poco a poco a través de reformas socialdemócratas…


Yo no comparto esta visión. Comparto la idea de que, si se hacen estas reformas, pueden ser positivas. Si viene un gobierno como el de Evo Morales y nacionaliza el gas o hace reformas políticas y sociales importantes, es positivo. Pero creo que en algún momento la burguesía va a reaccionar violentamente. Capaz que no en Bolivia, porque la oligarquía de Santa Cruz está siendo parcialmente derrotada. Puede ser que en uno u otro país no, pero nosotros en Sudamérica tenemos la mayor burguesía del sur del mundo, la de Brasil, la burguesía paulista. Ellos no van a soltar sus privilegios buenamente. La experiencia de Chile o los sojeros argentinos ya lo ha demostrado. Además, van a ir unos al auxilio de otros. Creo que es posible que en algún país, tal vez en Bolivia, se consiga eliminar el capitalismo a través de reformas. Bolivia está lejos de los EEUU, tiene una burguesía muy débil y focalizada en Santa Cruz etc. Pero Bolivia está rodeada de otros países que van a ir en auxilio. Ahora el presidente Alan García le dio asilo en Perú a Goni [Gonzalo Sánchez de Losada, ex presidente boliviano] y a otros genocidas. Entonces no hay que ver las cosas sólo en un pequeño foco, hay que verlas en un contexto regional y global. Insisto: me gustaría que el cambio pacífico fuera verdad, pero no lo creo.

¿Estos presidentes siguen la senda del neoliberalismo o en alguna medida son antineoliberales, aun no siendo de izquierdas?

Hay dos tipos de gobiernos en América Latina, que respectan a dos tipos de procesos. Identifico uno de los procesos en el que las fuerzas políticas llegaron al gobierno en un plan de estabilidad. Eso se ha dado en Brasil, Chile y Uruguay, básicamente, en donde no ha habido grandes luchas sociales. Ahí hay una continuidad total con el modelo neoliberal. La otra genealogía se dio adonde el sistema político ha colapsado o ha tenido graves problemas, o sea, en Venezuela, Ecuador y Bolivia. Ahí los viejos partidos han desaparecido, ahí no ha habido estabilidad, pero un fuerte proceso de luchas. En estos países vemos un intento –no consecuente– de ir más allá del neoliberalismo, por supuesto no de romper con el capitalismo. Pero para romper con el neoliberalismo, hay que impedir la minería a cielo abierto, hay que impedir la soja, la palma africana y todo lo que es el eje de la acumulación de capital hoy. Y también cercenar el sistema financiero, que es uno de los pilares del neoliberalismo. Eso está en condiciones de hacerse en estos países, porque las derechas han sido bastante desplazadas de los gobiernos. Pero yo no veo una línea suficientemente clara para avanzar en esta ruptura.
¿Cuál debe ser el esfuerzo de las organizaciones de izquierdas y populares en estos tipos de gobiernos y circunstancias concretas?


Para mí, en este momento, presionar por más: por más democracia, por más educación, por más salud. O ejercerlas. Hay dos lógicas que no son contradictorias. Exigir más pero a su vez, donde hay posibilidad de ejercer un derecho, tomarlo en sus manos y llevarlo adelante. Un ejemplo es el Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, que no sólo exige reforma agraria sino que toma tierras. Lo hace desde abajo. Y así en todos los terrenos se lo puede hacer, en salud, educación, en cualquier terreno se puede hacer lo que hacen los sin tierra. Y de hecho lo hacen los indígenas, los campesinos, los jóvenes en las ciudades: tomar espacios. Ésta también es una forma de presión. Creo que eso es fundamental, porque si no hay presión desde abajo, no va a haber cambio.

¿Entonces sí es mejor para los movimientos sociales que hayan gobiernos que en algo han desandado del camino neoliberal?

Por un lado, es un escenario mejor. Hay nuevos temas a debate, hay una nueva relación de fuerzas, porque hay muchos casos como el de Brasil: pese a que Lula es un neoliberal, no hay la represión que hubo en los 90 o mientras estuvo Fernando Henrique Cardoso. Hay más democracia, más posibilidad de hablar, de expresarse. No en todos los países, porque en Chile, por ejemplo, no diría que es un escenario mejor. Pero, en general sí. Mira lo que está pasando en Perú, con el levantamiento de los indígenas amazónicos, que hay mucha represión y un estado de sitio muy fuerte. Por otro lado, hay una tendencia a la cooptación de los movimientos, a su neutralización, con mucho dinero y muchos planos sociales. Y eso tiende a neutralizarlos. Entonces, es un escenario que tiene espacios a favor –yo prefiero que no vuelva la derecha– pero también es contradictorio porque estos gobiernos no sólo dan planes sociales, bonos, sino que además se apropiaron del discurso de la izquierda. En algunos sectores genera una fuerte confusión.

¿Estos gobiernos son parte de un cambio, un momento de transición?

No los gobiernos. Si nosotros miramos sólo a los gobiernos, estamos viendo una pequeña parte de la realidad. Creo que tenemos que mirar a las sociedades. Estos gobiernos son producto que desde los años 90 en adelante, casi 20 años, la gente ha luchado, ha salido a la calle, ha hecho levantamientos, ha hecho insurrecciones, la gente ha peleado. Es un fruto de esta lucha la deslegitimación de las derechas y del modelo neoliberal. Lo que hay hoy todavía no es lo que queremos, pero es mejor de lo que había. Si uno mira la realidad social es cuando digo: estamos mejor. Estos gobiernos, en parte, son fruto de la lucha popular, no porque la lucha popular directamente quisiera estos gobiernos –salvo el de Bolivia, que sí la gente quería que llegara alguien como Evo–. No es que la gente haya luchado para que llegara Lula al poder. Esto fue una consecuencia de la lucha, pero la gente no se conforma con eso. Al mirar todo el conjunto latinoamericano, vemos que las sociedades ya no están de rodillas como en los 90, ya no están reprimidas o agobiadas. Están un poquito más levantadas, más erguidas.

Correa tuvo apoyo de una parte de la izquierda y la otra parte está en la oposición. Pero mismo la izquierda que está en el gobierno al mismo tiempo le ha estado confrontando en algunos casos. ¿Crees que la izquierda ecuatoriana puede crecer en este escenario?


En Ecuador hay una situación bastante excepcional en Sudamérica. Es el único país que tiene un gobierno que se reclama claramente de izquierda y revolucionario y que, a su vez, tiene un movimiento social que lucha. Eso no pasa en ningún otro país. Acá tenemos un gobierno que se dice de la revolución ciudadana y movimientos que luchan en contra de la minería, por el agua, por cuestiones salariales, en fin, con una clara línea de confrontación. Eso me hace ser optimista, porque me parece que la vanguardia social y política –la gente más esclarecida y dispuesta a luchar– está menos confundida, tiene bastante claro que hay cosas que no se puede dejar pasar. Desde el 20 de enero, cuando se dio la lucha contra la minería, hasta hoy eso se ha ido consolidando. He visto que la gente organizada –en grupos, movimientos, partidos y sindicatos– tiene bastante claro que la victoria de Correa no quiere decir que se haya terminado la lucha, ni mucho menos. Eso me hace pensar que en Ecuador todavía hay espacios, ganas y voluntad de ir a más.

¿Cuál es la nueva utopía, si es que se puede hablar en una?

Es la nueva y la vieja juntas. La utopía de siempre, las ideas de igualdad, libertad y fraternidad, me parecen que no tienen nada de malo. La utopía de una sociedad sin estado, sin dominadores y dominados, sin explotadores y explotados, sin opresores y oprimidos. Ésta es la utopía. Desde el momento que hay opresores y explotadores, ellos necesitan del estado para mantener a la gente en la situación de humillación y dependencia. Entonces, no sabemos –porque no hay experiencia histórica aún– cómo va a ser este proceso. Pero la humanidad en los últimos cien años ha ido avanzando en algunas direcciones, ya sabe que hay cosas que no debe repetir. Por ejemplo, que no se debe crear una gran burocracia, porque ésta se acaba volviendo en contra de la gente. Entonces sí se han aprendido muchas cosas y creo que se van a aprender muchas más.

(entrevista por tadeu breda y franklin falconí (cc)

segunda-feira, 1 de junho de 2009

45º ANIVERSÁRIO DAS FARC-EP MANUEL VIVE!

Secretariado do Estado Maior Central das FARC-EP

Montanhas da Colômbia

http://www.farc-ejercitodelpueblo.org

Hino das FARC-Exército do Povo

http://www.youtube.com/watch?v=L56jdZbgg-A

As circunstâncias políticas são propícias para o acionar do movimento armado e pelo Movimento Bolivariano Manuel Marulanda Vélez. Veja em:

http://www.youtube.com/watch?v=GDfh8WIcvsw

Neste pensamento de Manuel Marulanda está pintada a alma das FARC como bandeira ao vento. Há 45 anos surgimos nas alturas de Marquetalia, a montanha da resistência dos povos, buscando a paz para a Colômbia, justiça e dignidade. Desde então somos a resposta armada dos despossuídos e dos justos contra as múltiplas violências do Estado.

A paz é nossa estratégia e o acionar do Movimento armado empunhando a bandeira da alternativa política, a tática para chegar a ela. O mesmo dizemos também com a palavra de fogo de Bolívar: “a insurreição se anuncia com o espírito de paz. Resiste ao despotismo porque este destrói a paz e não pega em armas senão para obrigar seus inimigos a fazer a paz”. Por ela entregaram a vida Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Efraín Guzmán, Raúl Reyes, Ivan Rios e toda essa invencível legião de comandantes e combatentes que hoje recordamos com veneração. Para todos eles, honra e glória neste aniversário das FARC-Exército do Povo.

“Aquele que assegura sua honra – dizia o Libertador – dedicando sua vida a serviço da humanidade, à defesa da justiça e do extermínio da tirania, adquire uma vida de imortalidade ao deixar a dimensão da matéria que o homem recebe da natureza. Uma morte gloriosa vence o tempo e prolonga a sublime existência até a mais remota posterioridade”... É o que ocorre com todos eles que, mesmo tendo partido continuam vivos nos fuzis e no projeto político das FARC, com Simon Bolívar, combatendo pela Nova Colômbia, pela Pátria Grande e pelo Socialismo, ombro a ombro com o povo e seus guerrilheiros.

Queremos construir o país descrito pelo Manifesto das FARC e pela Plataforma Bolivariana pela Nova Colômbia. E o queremos a partir de um Grande Acordo Nacional rumo à paz, firmado por todas as forças dispostas a mudar as injustas e anacrônicas estruturas, sem exclusões. País emanado de um pacto social com base no povo, pacto que instrumentalize a articulação de uma alternativa política visando à formação de um Novo Governo Nacional de caráter patriótico, democrático e bolivariano rumo ao socialismo. Sim, rumo ao socialismo, que não é outra coisa que a justiça e libertação dos povos, a única salvação da humanidade diante do apodrecimento do sistema capitalista mundial.

A dignidade da Colômbia e o resgate do sentimento de pátria exigem uma nova liderança que privilegie a unidade e o socialismo para avançar para rumo ao futuro. Um novo grito de independência nos convoca ao nos mostrar o campo de batalha de Ayacucho (em que Bolívar decidiu a independência do Império Espanhol) do século XXI em que tremula a certeza da vitória da revolução continental, a de Bolívar e de nossos Próceres.

É chegada a hora de superar a vergonha nacional representada por um governo ilegítimo e ilegal que gera morte e pobreza. Um governo apoiado pelo de Washington, que só atua para perpetuar a guerra e a discórdia enquanto garante a sangue e fogo o investimento das multinacionais que saqueiam nossos recursos. Um regime apátrida que, mesmo com o elevado número de militares norte-americanos que intervém no conflito interno da Colômbia, permite que o nosso solo sagrado seja pisoteado por mais tropas estrangeiras expulsas da base de Manta, no Equador, permitindo aos EUA colocar em operação nesta terra uma base de ataque para assaltar os povos irmãos do continente.

Um governo vergonhosamente narco-paramilitar, que já não se ruboriza diante das contundentes confissões de capos paramilitares que asseguram, como o vulgo “Dom Berna”, ter financiado com os dólares da cocaína as campanhas presidenciais de Álvaro Uribe Vélez. Veja em: http://www.youtube.com/watch?v=ab49_B4wlXE.

Um governo e um Presidente que transformaram o Palácio de Nariño (sede da Presidência da República) em um obscuro antro de conspiração entre mafiosos para desestabilizar a Suprema Corte de Justiça, obstruir a justiça e deixar sem efeito a independência dos poderes do Estado.

Um governo que extraditou para os EUA os chefes paramilitares quantos estes começaram a vincular o entorno de Uribe, dos generais, dos empresários e dos pecuaristas na estratégia paramilitar do Estado que continua dessangrando a Colômbia.

A opinião pública não sai do espanto diante do autismo do Ministério Público, que prefere enterrar a cabeça na areia para não atribuir nenhuma ação de responsabilidade penal contra as empresas Chiquita Brand – a mesma do massacre das bananeiras, em 1928 – a Drummond, Postobón, Brasília, Carvões do Caribe..., denunciadas pelo chefe paramilitar Salvatore Mancuso (preso nos EUA) como financiadores do paramilitarismo. O próprio capo revelou que o massacre de La Gabarra (atribuído à guerrilha para desprestigiá-la), quando foram assassinados 40 camponeses, foi realmente executado pelos paramilitares, exército oficial e polícia. Veja em: http://www.youtube.com/watch?v=sf4XNpHbwOk.

CAIU A MÁSCARA

O fantasma de Fujimori, condenado no Peru a 25 anos por crimes de lesa-humanidade, ronda em torno de Uribe. Ele prevê que os covardes assassinatos de civis não combatentes, estimulados pela loucura de mostrar a qualquer custo resultados com sangue de sua política fascista de “segurança”, não ficarão impunes. Veja em:

http://www.youtube.com/watch?v=xBBHGKHIggY

Clama aos céus por justiça o êxodo forçado de mais de quatro milhões de camponeses, o despojo de suas terras, as milhares de fossas comuns e a vinculação do presidente com massacres de indefesos cidadãos. O chefe paramilitar que denunciou a responsabilidade direta de Uribe no horripilante massacre de El Aro, estado de Antioquia, acaba de ser assassinado para satisfação do tirano do Palácio de Nariño. Ele sabe que mais cedo ou mais tarde terá que responder por seus crimes.

Deve ser revogado o mandato de um presidente que impôs o desonroso recorde de ter mais de 90% de sua bancada parlamentar vinculada ao processo da narco-parapolítica; que mantém como ministros de Estado delinqüentes que subornam; que utiliza o poder para tornar ricos seus filhos, que transforma o serviço diplomático em refúgio de assassinos como o general Montoya tantas vezes denunciado e que promove referendos inconstitucionais para se perpetuar no poder como mecanismo para escapar da justiça. Veja em:

http://www.youtube.com/watch?v=FabVBsZYfO8.

URIBE VÉLEZ É UM VERDADEIRO BANDIDO AMPARADO DETRÁS DA FAIXA PRESIDENCIAL

Quantos problemas internacionais gerou sua absurda pretensão de internacionalizar sua política fascista de “segurança” com a qual se acha no direito de agir fora de suas fronteiras para por em prática sua visão particular e sua estratégia contra-insurgente, acima dos povos e de seus governantes, pisoteando a soberania das nações e desestabilizando a região, sempre apoiado pela Casa Branca. Veja em: http://www.youtube.com/watch?v=ivMVsgN14z8

O que quer é incendiar o país indefinidamente com o fogo da guerra e com a violação dos direitos humanos, aferrado na quimera da vitória militar sobre a guerrilha comunista, procurando negar, de forma inconseqüente, a existência do conflito político e social, mas coloca sua mórbida ilusão no chamado “Plano Patriota” do Comando Sul do Exército dos EUA, acreditando inutilmente que a desconformidade social poder ser eliminada a tiros e com tecnologia militar de última geração.

Aumentar o efetivo militar para mais de 450 mil soldados devido à maior ajuda militar dos ianques no hemisfério não o manterá no poder porque assim mostra a experiência história e a sensatez.

“Os povos que lutaram por sua liberdade exterminaram finalmente seus tiranos” (Simón Bolívar).

Mas, além de ser um governo desprestigiado, apegado à ilegitimidade e acossado pela crise do capitalismo mundial, é também um governo condenado ao fracasso.

A Colômbia de hoje não quer o guerreirismo além montanha do governo. Quer soluções para o crescente desemprego e para a pobreza e exige o investimento social, sacrificado graças à guerra. Pede educação, moradia, saúde, água potável, direitos trabalhistas, terra, estradas, eletricidade, telefonia e comunicações, mercado para seus produtos agrícolas, renacionalização das empresas que foram privatizadas, punição para a corrupção, soberania para o povo, proteção do meio ambiente, verdadeira democracia, liberdade de opinião, libertação de presos políticos, fim da irracional extradição de colombianos, que mantém submissa a soberania jurídica, quer informação verdadeira, relações internacionais de respeito recíproco entre as nações, integração entre os povos com a construção da Pátria Grande com justiça social e paz.

Uribe Vélez teme, como o diabo tema a água benta, o clamor crescente dos que pedem paz, punição para os crimes perpetrados pelo Estado e um novo governo. Por isso exige angustiado que o tema da paz seja proscrito do debate eleitoral que se aproxima. É a loucura e o absurdo encarnados em um mandatário que quer submeter o país a seus ódios e ressentimentos.

Mingúem poderá desconsiderar um projeto de nova sociedade e de novo governo, a paz sonhada pelas maiorias nacionais. Ela é a bandeira que unirá os colombianos contra a tirania, a guerra e a injustiça.

Devemos todos estar alertas para impedir a manobra uribista de mudar o atual Presidente do Tribunal Eleitoral por um de seus serviçais. A única esperança do guerreirismo exasperado diante do desejo das maiorias é a fraude. E é o que devemos impedir agora, já que este foi amo e senhor das eleições de 2002 e 2006.

A reeleição de Uribe é um asqueroso monumento ao dolo e ao roubo praticados pelo ex-diretor da polícia política (DAS – Departamento Administrativo de Segurança), Jorge Noguera e pelo chefe narco-paramilitar, Jorge 40. Nas quatro milhões de assinaturas coletadas pelos uribistas a favor do referendo com apoio financeiro da DMG. Veja em: (http://www.youtube.com/watch?v=QUlMMWfg53Y), estão estampadas as assinaturas de um milhão e meio de mortos. Isto é fraude e roubo!

Fraude contra a opinião pública é também a insistente fábula da derrota militar da guerrilha, argumento falacioso tal qual o dos “falsos positivos” (o caso de jovens assassinados e apresentados fardados como guerrilheiros mortos em combate). Veja em:

http://www.youtube.com/watch?v=zcayaxHKLDg, utilizado na verdade para justificar os terríveis desaforos do Estado contra a população civil.

Como sempre quiseram fazer com Manuel Marulanda Vélez, quiseram matar as FARC com os fuzis do desejo e com o ensurdecedor toque das máquinas de escrever. Nenhuma guerrilha pode ser exterminada com disparos de tinta. Não existe era de pós-conflito senão no sonho delirante do guerreirismo sem futuro de um regime decadente.

Das montanhas da resistência, como vimos fazendo há 45 anos convocamos os colombianos a nos mobilizar resolutamente pela paz, negada pelos seguidores de Santander e pelo imperialismo ianque quando mataram Simon Bolívar e a Colômbia da unidade de povos em 1830.

O passado é levado em conta na construção da sociedade futura. Ninguém pode nos desviar do destino apontado pelo Libertador nas origens da República. A incitação do senador Álvaro Gómez Hurtado no começo da década de 60 de submeter a sangue e fogo o que considerou como “República Independente de Marquetalia”, não foi suficiente para entender que os problemas nacionais não são solucionados pela violência do Estado.

É PRECISO CONSTRUIR UMA NOVA COLÔMBIA SOBRE A SÓLIDA BASE DA PAZ NEGOCIADA!

O Grande Acordo Nacional para a Paz deve ter como norte estratégico a formação de um novo governo que garanta ao povo “a maior soma de felicidade possível, a maior soma de garantias sociais e a maior soma de estabilidade política”, como exigia o Libertador. Um governo patriótico, democrático, bolivariano, rumo ao socialismo, como consignado na Plataforma Bolivariana pela Nova Colômbia.

Como garantia para a paz e para a soberania nacional devemos erigir umas novas Forças Armadas compenetradas com a doutrina militar bolivariana que inculca o amor ao povo e o ódio à tirania. Não devemos esquecer que o exército patriota foi o criador da Colômbia e da República nas fulgurantes vitórias de Boyacá e de Carabobo, e que seu comandante, Bolívar, o definiu como “defensor da liberdade”, acrescentando que “suas glórias devem se fundir com as da república e sua ambição deve ficar satisfeita ao fazer a felicidade de seu país”. Assim devem ser as novas Forças Armadas e estamos seguros de que muitos dos atuais oficiais sonham em desempenhar esse papel.

Solidarizamo-nos com a justa luta das famílias dos soldados regulares que exigem o direito de não serem obrigados a entrar em combate mortal com a guerrilha. A guerra negada pelo governo para não reconhecer o caráter política da insurreição que luta pelo poder (só no mês de março ocasionou 297 baixas mortais e 340 feridos nas forças armadas oficiais).

Fazemos um chamamento aos soldados a não se deixarem utilizar mais como carne de canhão, defendendo interesses que não são os seus e sim os de uma oligarquia podre e criminosa, antisolidária, que faz muito pouco por eles quando caem prisioneiros ou ficam mutilados. Temos segurança de que seus familiares também querem gritar com o governo, com o professor Moncayo, que seus filhos não nascessem para irem à guerra da oligarquia. Veja em: http://www.youtube.com/watch?v=xRz46taIAPw.

Para conseguir o propósito da Nova Colômbia é necessário reorganizar o Estado com base na soberania do povo, tal como concebeu o Libertador em Angostura. Aos três ramos do poder do Estado devemos acrescentar os poderes moral e eleitoral, instituindo a revogação do mandato em todas as instâncias de eleição popular. Nunca mais cópias de leis estrangeiras para resolver nossos assuntos internos. Nunca mais sistema penal acusatório.

Requeremos um novo governo que puna exemplarmente a corrupção e acabe com a impunidade; que anule a política neoliberal responsável por nossas desgraças econômicas e sociais. O país e o governo com que sonhamos devem assegurar o controle dos ramos estratégicos da economia, estimular a produção em suas diversas modalidades, fazer respeitar nossa soberania sobre os recursos naturais. Tornar realidade a educação gratuita em todos os níveis, levar justiça ao campo com uma verdadeira reforma agrária que gere emprego e soberania alimentar, e construir a infra-estrutura para o progresso nacional.

Os contratos com as multinacionais que sejam lesivos para a Colômbia devem ser revisados, assim como os pactos militares, os tratados e convênios que manchem nossa soberania, anulados. Neste sentido o país não tem porque pagar a dívida externa contraída naqueles empréstimos viciados de fraude em qualquer de suas fases.

Solução não militar nem repressiva para o problema social da narco-produção. Veja em: http://baretopolitica.blogspot.com

Nossa política internacional deve ser reorientada para a integração solidária dos povos da Nossa América na Pátria Grande bolivariana e para o socialismo.

A etapa definitiva da luta pela paz começou. O povo colombiano não pode esmorecer até que veja concretizado este direito.

Com Bolívar, com Manuel, com o povo no poder!

Manuel vive na luta do povo colombiano!

Juramos vencer e venceremos!

http://www.youtube.com/watch?v=5HP11xmMVbs

http://www.youtube.com/watch?v=EpiXblEHKQg

Secretariado do Estado Maior Central das FARC-EP

Montanhas da Colômbia, maio de 2009.

http://www.abpnoticias.com/

Por que Zurdo?

O nome do blog foi inspirado no filme Zurdo de Carlos Salcés, uma película mexicana extraordinária.


Zurdo em espanhol que dizer: esquerda, mão esquerda.
E este blog significa uma postura alternativa as oficiais, as institucionais. Aqui postaremos diversos assuntos como política, cultura, história, filosofia, humor... relacionadas a realidades sem tergiversações como é costume na mídia tradicional.
Teremos uma postura radical diante dos fatos procurando estimular o pensamento crítico. Além da opinião, elabora-se a realidade desvendando os verdadeiros interesses que estão em disputa na sociedade.

Vos abraço com todo o fervor revolucionário

Raoul José Pinto



ZZ - ESTUDAR SEMPRE

  • A Condição Pós-Moderna - DAVID HARVEY
  • A Condição Pós-Moderna - Jean-François Lyotard
  • A era do capital - HOBSBAWM, E. J
  • Antonio Gramsci – vida e obra de um comunista revolucionário
  • Apuntes Criticos A La Economia Politica - Ernesto Che Guevara
  • As armas de ontem, por Max Marambio,
  • BOLÍVIA jakaskiwa - Mariléia M. Leal Caruso e Raimundo C. Caruso
  • Cultura de Consumo e Pós-Modernismo - Mike Featherstone
  • Dissidentes ou mercenários? Objetivo: liquidar a Revolução Cubana - Hernando Calvo Ospina e Katlijn Declercq
  • Ensaios sobre consciência e emancipação - Mauro Iasi
  • Esquerdas e Esquerdismo - Da Primeira Internacional a Porto Alegre - Octavio Rodríguez Araujo
  • Fenomenologia do Espírito. Autor:. Georg Wilhelm Friedrich Hegel
  • Fidel Castro: biografia a duas vozes - Ignacio Ramonet
  • Haciendo posible lo imposible — La Izquierda en el umbral del siglo XXI - Marta Harnecker
  • Hegemonias e Emancipações no século XXI - Emir Sader Ana Esther Ceceña Jaime Caycedo Jaime Estay Berenice Ramírez Armando Bartra Raúl Ornelas José María Gómez Edgardo Lande
  • HISTÓRIA COMO HISTÓRIA DA LIBERDADE - Benedetto Croce
  • Individualismo e Cultura - Gilberto Velho
  • Lênin e a Revolução, por Jean Salem
  • O Anti-Édipo — Capitalismo e Esquizofrenia Gilles Deleuze Félix Guattari
  • O Demônio da Teoria: Literatura e Senso Comum - Antoine Compagnon
  • O Marxismo de Che e o Socialismo no Século XXI - Carlos Tablada
  • O MST e a Constituição. Um sujeito histórico na luta pela reforma agrária no Brasil - Delze dos Santos Laureano
  • Os 10 Dias Que Abalaram o Mundo - JOHN REED
  • Para Ler O Pato Donald - Ariel Dorfman - Armand Mattelart.
  • Pós-Modernismo - A Lógica Cultural do Capitalismo Tardio - Frederic Jameson
  • Questões territoriais na América Latina - Amalia Inés Geraiges de Lemos, Mónica Arroyo e María Laura Silveira
  • Simulacro e Poder - uma análise da mídia, de Marilena Chauí (Editora Perseu Abramo, 142 páginas)
  • Soberania e autodeterminação – a luta na ONU. Discursos históricos - Che, Allende, Arafat e Chávez
  • Um homem, um povo - Marta Harnecker

zz - Estudar Sempre/CLÁSSICOS DA HISTÓRIA, FILOSOFIA E ECONOMIA POLÍTICA

  • A Doença Infantil do Esquerdismo no Comunismo - Lênin
  • A História me absolverá - Fidel Castro Ruz
  • A ideologia alemã - Karl Marx e Friedrich Engels
  • A República 'Comunista' Cristã dos Guaranis (1610-1768) - Clóvis Lugon
  • A Revolução antes da Revolução. As guerras camponesas na Alemanha. Revolução e contra-revolução na Alemanha - Friedrich Engels
  • A Revolução antes da Revolução. As lutas de classes na França - de 1848 a 1850. O 18 Brumário de Luis Bonaparte. A Guerra Civil na França - Karl Marx
  • A Revolução Burguesa no Brasil - Florestan Fernandes
  • A Revolução Proletária e o Renegado Kautsky - Lênin
  • A sagrada família - Karl Marx e Friedrich Engels
  • Antígona, de Sófocles
  • As tarefas revolucionárias da juventude - Lenin, Fidel e Frei Betto
  • As três fontes - V. I. Lenin
  • CASA-GRANDE & senzala - Gilberto Freyre
  • Crítica Eurocomunismo - Ernest Mandel
  • Dialética do Concreto - KOSIK, Karel
  • Do Socialismo Utópico ao Socialismo Científico - Friedrich Engels
  • Do sonho às coisas - José Carlos Mariátegui
  • Ensaios Sobre a Revolução Chilena - Manuel Castells, Ruy Mauro Marini e/ou Carlos altamiro
  • Estratégia Operária e Neocapitalismo - André Gorz
  • Eurocomunismo e Estado - Santiago Carrillo
  • Fenomenologia da Percepção - MERLEAU-PONTY, Maurice
  • História do socialismo e das lutas sociais - Max Beer
  • Manifesto do Partido Comunista - Karl Marx e Friedrich Engels
  • MANUAL DE ESTRATÉGIA SUBVERSIVA - Vo Nguyen Giap
  • MANUAL DE MARXISMO-LENINISMO - OTTO KUUSINEN
  • Manuscritos econômico filosóficos - MARX, Karl
  • Mensagem do Comitê Central à Liga dosComunistas - Karl Marx e Friedrich Engels
  • Minima Moralia - Theodor Wiesengrund Adorno
  • O Ano I da Revolução Russa - Victor Serge
  • O Caminho do Poder - Karl Kautsky
  • O Marxismo e o Estado - Norberto Bobbio e outros
  • O Que Todo Revolucionário Deve Saber Sobre a Repressão - Victo Serge
  • Orestéia, de Ésquilo
  • Os irredutíveis - Daniel Bensaïd
  • Que Fazer? - Lênin
  • Raízes do Brasil - Sérgio Buarque de Holanda
  • Reforma ou Revolução - Rosa Luxemburgo
  • Revolução Mexicana - antecedentes, desenvolvimento, conseqüências - Rodolfo Bórquez Bustos, Rafael Alarcón Medina, Marco Antonio Basilio Loza
  • Revolução Russa - L. Trotsky
  • Sete ensaios de interpretação da realidade peruana - José Carlos Mariátegui/ Editora Expressão Popular
  • Sobre a Ditadura do Proletariado - Étienne Balibar
  • Sobre a evolução do conceito de campesinato - Eduardo Sevilla Guzmán e Manuel González de Molina

ZZ - Estudar Sempre/LITERATURA

  • 1984 - George Orwell
  • A Casa dos Espíritos, de Isabel Allende
  • A Espera dos Bárbaros - J.M. Coetzee
  • A hora da estrela - Clarice Lispector
  • A Leste do Éden - John Steinbeck,
  • A Mãe, MÁXIMO GORKI
  • A Peste - Albert Camus
  • A Revolução do Bichos - George Orwell
  • Admirável Mundo Novo - ALDOUS HUXLEY
  • Ainda é Tempo de Viver - Roger Garaud
  • Aleph - Jorge Luis Borges
  • As cartas do Pe. Antônio Veira
  • As Minhas Universidades, MÁXIMO GORKI
  • Assim foi temperado o aço - Nikolai Ostrovski
  • Cem anos de solidão - Gabriel García Márquez
  • Contos - Jack London
  • Crime e castigo, de Fiódor Dostoiévski
  • Desonra, de John Maxwell Coetzee
  • Desça Moisés ( WILLIAM FAULKNER)
  • Don Quixote de la Mancha - Miguel de Cervantes
  • Dona flor e seus dois maridos, de Jorge Amado
  • Ensaio sobre a Cegueira - José Saramago
  • Ensaio sobre a lucidez, de José Saramago
  • Fausto - JOHANN WOLFGANG GOETHE
  • Ficções - Jorge Luis Borges
  • Guerra e Paz - LEON TOLSTOI
  • Incidente em Antares, de Érico Veríssimo
  • Memórias do Cárcere - Graciliano Ramos
  • O Alienista - Machado de Assis
  • O amor nos tempos do cólera - Gabriel García Márquez
  • O Contrato de Casamento, de Honoré de Balzac
  • O Estrangeiro - Albert Camus
  • O homem revoltado - Albert Camus
  • O jogo da Amarelinha – Júlio Cortazar
  • O livro de Areia – Jorge Luis Borges
  • O mercador de Veneza, de William Shakespeare
  • O mito de Sísifo, de Albert Camus
  • O Nome da Rosa - Umberto Eco
  • O Processo - Franz Kafka
  • O Príncipe de Nicolau Maquiavel
  • O Senhor das Moscas, WILLIAM GOLDING
  • O Som e a Fúria (WILLIAM FAULKNER)
  • O ULTIMO LEITOR - PIGLIA, RICARDO
  • Oliver Twist, de Charles Dickens
  • Os Invencidos, WILLIAM FAULKNER
  • Os Miseravéis - Victor Hugo
  • Os Prêmios – Júlio Cortazar
  • OS TRABALHADORES DO MAR - Vitor Hugo
  • Por Quem os Sinos Dobram - ERNEST HEMINGWAY
  • São Bernardo - Graciliano Ramos
  • Vidas secas - Graciliano Ramos
  • VINHAS DA IRA, (JOHN STEINBECK)

ZZ - Estudar Sempre/LITERATURA GUERRILHEIRA

  • A Guerra de Guerrilhas - Comandante Che Guevara
  • A montanha é algo mais que uma imensa estepe verde - Omar Cabezas
  • Da guerrilha ao socialismo – a Revolução Cubana - Florestan Fernandes
  • EZLN – Passos de uma rebeldia - Emilio Gennari
  • Imagens da revolução – documentos políticos das organizações clandestinas de esquerda dos anos 1961-1971; Daniel Aarão Reis Filho e Jair Ferreira de Sá
  • O Diário do Che na Bolívia
  • PODER E CONTRAPODER NA AMÉRICA LATINA Autor: FLORESTAN FERNANDES
  • Rebelde – testemunho de um combatente - Fernando Vecino Alegret

ZZ- Estudar Sempre /GEOGRAFIA EM MOVIMENTO

  • Abordagens e concepções de território - Marcos Aurélio Saquet
  • Campesinato e territórios em disputa - Eliane Tomiasi Paulino, João Edmilson Fabrini (organizadores)
  • Cidade e Campo - relações e contradições entre urbano e rural - Maria Encarnação Beltrão Sposito e Arthur Magon Whitacker (orgs)
  • Cidades Médias - produção do espaço urbano e regional - Eliseu Savério Sposito, M. Encarnação Beltrão Sposito, Oscar Sobarzo (orgs)
  • Cidades Médias: espaços em transição - Maria Encarnação Beltrão Spósito (org.)
  • Geografia Agrária - teoria e poder - Bernardo Mançano Fernandes, Marta Inez Medeiros Marques, Júlio César Suzuki (orgs.)
  • Geomorfologia - aplicações e metodologias - João Osvaldo Rodrigues Nunes e Paulo César Rocha
  • Indústria, ordenamento do território e transportes - a contribuição de André Fischer. Organizadores: Olga Lúcia Castreghini de Freitas Firkowski e Eliseu Savério Spósito
  • Questões territoriais na América Latina - Amalia Inés Geraiges de Lemos, Mónica Arroyo e María Laura Silveira